viernes, 1 de junio de 2007

Personajes Que Me Inquietan. Dios

Como lo prometido es deuda, aquí me tienen escribiendo la primera entrevista de la sección de personajes que me inquietan. Y también como lo prometí, el primer entrevistado es Dios.
Deben de suponer que realizar esta entrevista, no fue del todo fácil, mas por la distancia divina que hay entre nosotros. Pero después de muchas horas de meditación, unos pactos con San Pedro, para que me permitiera establecer comunicación con el. Lo logré.

Al principio me sorprendió su voz cálida y su tendencia a reírse de manera desinhibida, pero luego fui tomando confianza. Concertamos que al día siguiente me volvería a llamar a una hora exacta, creo que después de su siesta. Transcribí las líneas esenciales de nuestra conversación.

Cuantos cigarros fuma después de tener relaciones sexuales?

Comprenderá usted que mi concepto del tiempo no coincida exactamente con el suyo. Es por esa razón que dejé de fumar literalmente hace una eternidad. No tanto por razones de salud, que en mi caso son secundarias. Alguna vez tosí, pero pocas. Por otra parte mi vida sexual es tan peculiar que si se la contara se reiría todo el mundo, y no es cosa. (Risas).

-Ultimo libro, último disco, última película.
Libros, libros… Me gusta repasar en el baño mi Autobiografía y, créame, no exactamente por narcisismo. Hay fragmentos del Apocalipsis que he conseguido aprenderme de memoria. Entre los escritores terráqueos, leo mucho a Maquiavelo, que me parece un cretino simpático. En cuanto a la música, se va usted a sorprender: me gusta mucho Mecano, aunque no he tenido la oportunidad de escuchar su último disco, el que sacaron después de separarse. También Sin Bandera, el duo México-argentino que canta canciones románticas. Entre mis cantantes favoritos están Nat King Cole y Frank Sinatra. La música clásica me aburre soberanamente, especialmente la que solamente habla de mi (Risas), y el jazz, todavía más. Estoy de acuerdo con ese chico tan brillante (se refiere a John Lennon) que decía despectivamente que el jazz es una música de universitarios… Por cierto, no sé porqué hubo tanto escándalo por aquello que dijeron los Beatles en los sesenta de que eran más famosos que Jesucristo porque sencillamente era verdad. (Risas).
En cuanto a mis gustos cinematográficos, soy un gran aficionado a las películas de Woody Allen.

-Virtud y defecto que le definen.
Modestamente yo soy la virtud propiamente dicha, ¿recuerda?. Defecto: Soy muy perezoso para los trabajos manuales. Durante la creación delegué mucho en mi equipo.

-¿Un pesimista es un optimista informado?
Sí, desde luego. Pero no aguanto a los pesimistas como gremio. Lucifer, por ejemplo, es muy pesimista, aunque en general me parece que es un gran profesional en lo suyo.

-Lo que más le gusta de las mujeres.
Su capacidad para organizar bien las cosas. Yo tengo un lado femenino que intento desarrollar cada día. Soy perfecto, como comprenderá, pero intento serlo cada día más. Soy así.

-Lo que más le gusta de los hombres.
Tendría que pensarlo más despacio, y usted no dispone de tiempo. Cuando tengo una duda, algo que me pasa muy pocas veces, suelo despejarla después de varios millones de siglos. Pasemos a otra cuestión.

-¿Ha pensado alguna vez en el suicidio?
Muchas veces. Pero justamente porque en mi caso es lo único que no puedo poner en práctica. (Risas). Leo a Nietzsche con mucha frecuencia que tiene un enorme sentido del humor, y, como le digo, entre mis fantasías más especiales y secretas, está el suicidio.

-Su ideal de felicidad personal.
Que me dejen tranquilo. Como todo el mundo: ver la televisión, dar un paseo, etc. En eso soy muy normal.

-Su opinión sobre el siglo XX.
Es que le digo lo mismo. Lo que ustedes llaman siglo XX es para mí como un segundo para la humanidad. Por tanto no tengo una imagen especial. Tengo de la civilización humana una idea de conjunto, y no me parece especialmente interesante esta última etapa, que es, supongo, a la que usted se refiere.

-Usted me acaba de decir que duda pocas veces. ¿Podría decirme alguna de esas dudas?
Naturalmente. Dudé sobre si crear al mundo, no se lo voy a negar ahora. Pensé que sí porque soy una persona muy sociable. Y dudé a la hora de mandar a mi hijo a su planeta. Pensé que si lo hacía, a su vuelta se pasaría la eternidad recriminándomelo. Mis temores se cumplieron. Pregúnteselo a él y ya verá lo que le dice. Me equivoqué al hacerle caso a la paloma (el Espíritu Santo). Aquello fue sencillamente una tontería que cometí con mi Hijo, la Virgen y, sobre todo, con el carpintero, que no se pudo compensar haciéndole santo. Se lo digo de todo corazón.