Decir ocho veces al día "En la madre" es algo altamente beneficioso para la salud.
Mucha gente se queja de que la comunidad científica parece como si estuviera en otra galaxia, alejada de los problemas reales, concretos e inmediatos de la población de a pie. Esto puede ser verdad y no serlo, pero es evidente que la experimentación, en cualquiera de sus múltiples facetas, no es una actividad cuyos resultados sean rápidamente aplicables a los usos, costumbres y necesidades de la sociedad, sino que sus efectos beneficiosos requieren el paso del tiempo.
El Doctor Rupérez en pleno experimento.
El asunto comenzó cuando el Doctor Calixto Rupérez, médico español nacido en Madrid pero afincado desde hacía una década en el Departamento de Investigación de Biología Molecular de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, advirtió casualmente que las personas que en su propia esfera laboral y personal tenían la lengua más suelta, eran los más delgados y los que vivían más y mejor. En su propia familia, según refiere, su abuela Nicolasa, una mujer que se distinguió por tener un vocabulario infame, llegó a vivir en plenas facultades físicas y mentales hasta los ciento cinco años, edad en que resbaló en las escaleras de su domicilio y se partió la…. clavícula. Este ejemplo tan cercano, la curiosidad personal y los conocimientos metodológicos y científicos de Rupérez, se aliaron, comenzando de esta manera una suerte de investigación que ha terminado estos días, ya en su país natal, con la publicación de un libro provocador: “Las malas palabras, como fuente de placer, de salud y de vida”.
El libro dice cosas tan sorprendentes como ésta: “Decir “En la madre” ocho veces al día libera al organismo de 0´7 caramelas (medida universal de diversos tipos de toxinas), y 200 calorías”.
Pero Rupérez no se queda ahí. En su obra establece un ranking de las frases más beneficiosas para el organismo, en donde también se incluyen amenazas e improperios. Para que este beneficio se produzca deben unirse dos factores: la sonoridad y la contundencia y/o agresividad de lo dicho. De esta manera, las frases más saludables, dichos ocho veces en un ciclo de 24 horas, son:
1. En la madre (0´7 caramelas, 200 calorías)
2. Que bien jodes(0´6 caramelas, 180 calorías)
3. Hijo de tu madre (0´5 caramelas, 160 calorías)
4. Te voy a partir la madre, cabrón (0´5 caramelas, 150 calorías si se dice de manera muy agresiva, y 0´3 caramelas y 120 calorías como una mera hipótesis.)
5. Te voy a partir la madre (sin cabrón) (0´4 caramelas, 125 calorías).
También son saludables las expresiones que, sin ser ofensivas, son ruidosas y concluyentes: “Cáspita” (0´3 caramelas, 100 calorías), “Coño” (0´3 caramelas, 80 calorías), “Caray” (0´2 caramelas, 60 calorías”).
Asi que a maldecir se ha dicho.