(Adelaido Rúperez para GB)
A Michael Jackson se le amontonan los problemas. Una vez terminado el juicio en que se le incriminaba como posible autor de abusos sexuales a menores y que tanta repercusión mediática tuvo en su momento, el famoso cantante pensó que al fin podría respirar tranquilo y dedicarse de lleno a enderezar su maltrecha carrera artística. Pues no pudo ser. A las pocas semanas el controvertido artista se vio envuelto en nuevos embrollos jurídicos, esta vez por la demanda interpuesta por una poderosa financiera que le acusaba de no haber satisfecho algunos compromisos millonarios. Y hace pocas horas la opinión pública norteamericana se ha conmocionado nuevamente ante la publicación de unas imágenes que fueron reproducidas por las principales cadenas y algunos periodicos de gran tiraje. En ellas, el cantante aparece desnudo, acariciando a su canario “Popeye”.
Esas imágenes fueron tomadas por uno de los sirvientes de la mansión en donde vive el cantante, un inmigrante mexicano llamado Lorenzo Guzman, nacido en Erongaricuaro (Michoacán) hace sesenta y un años. Es la historia de tantos y tantos famosos en la que los celos, o el despecho, o directamente el soborno de alguna cadena televisiva, convierten a sus personas de confianza en auténticos espías y reveladores de sus intimidades. Son famosos los casos de la sirviente de Michael Douglas, que le acusaba de comer de una manera compulsiva decenas de pepinos a todas las horas del día y de la noche, o el mayordomo de Elthon John que denunció su práctica habitual de acostarse con el cadáver de una cebra (macho), traída expresamente de las altiplanicies del Himalaya y muerta en extrañas circunstancias. Ahora Jackson es acusado de practicar caricias y mantener relaciones sexuales con su canario que, desde hace unos meses, ha dejado de trinar. “Yo le ponía el alpiste como llevo haciendo desde hace años, pobrecito”-declaró Guzman. “Y no cantaba un pio, a diferencia de otros tiempos en que estuve a punto de dejar que se lo comiera Saladino, uno de los gatos siameses, de lo mucho que chillaba. Pero lo observé y descubrí por su mirada triste que algo estaba ocurriendo. En seguida lo relacioné con la costumbre que últimamente tenía el señor Jackson de poner la jaula encima de una silla mientras él comía y hablarle como si de una persona se tratara. Ahí empecé a sospechar”.
"popeye"El canario ha sido internado a raíz de la acusación en un establecimiento especializado en acoger a animales que han sufrido malos tratos. Allí ha sido sometido a varias pruebas periciales de las que se ha podido fácilmente deducir que el pobre animal ha sido víctima de abusos, aunque no se ha podido probar quién es el autor de los mismos. Sin embargo, la policía ha registrado la casa de Jackson y ha encontrado una pluma en la bragueta del cantante con lo que la relación ha sido inmediatamente establecida. Se espera la detención inmediata del artista, y, desde hace unas horas, los medios de comunicación han enviado unidades especiales para captar el momento en que volverá probablemente a salir esposado.
Algo, sin embargo, ha ocurrido en las últimas horas que puede alterar el desarrollo previsible de los acontecimientos. “Popeye” se ha escapado por la ventana del establecimiento en compañía de otra canaria a la que acababa de conocer horas antes, y su ausencia puede ser la causa más probable de sobreseimiento de un caso que estaba destinado a alimentar la atención de la opinión pública norteamericana y ser portada de todos los medios informativos.